Artículo de opinión en el portal internacional de Xarxanet: ‘La trata de seres humanos con fines de explotación sexual en España’

Irene Andrés, directora de Proyectos I+D+i de Associació in via, opina en motivo del Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños

¿Existe la trata de seres humanos con fines de explotación sexual? ¿Es posible combatirla? Con motivo del Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños, Irene Andrés, educadora social y directora de proyectos, innovación e investigación de la Associació in via publica un artículo en el portal internacional de Xarxanet con el objetivo responder a estas dos preguntas.

Podéis leer el artículo en inglés en nonprofit.xarxanet, y a continuación el artículo en castellano:

¿Existe la trata de seres humanos con fines de explotación sexual? ¿Es posible combatirla? Para poder responder a las preguntas planteadas hemos de ser conscientes de que la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, es decir, la compra venta de personas para su explotación sexual, supone una grave vulneración de derechos humanos, está muy presente en nuestro país, y tiene rostro de mujer y de niña, como muestran los datos oficiales presentados por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, a través del Balance Estadístico sobre trata y explotación de seres humanos en España 2019-2023, donde se recoge que, de las 2.219 víctimas identificadas en ese periodo, 2.193 han sido mujeres y 32 han sido niñas, principalmente originarias de Colombia, España, Venezuela, Paraguay, Rumania y Brasil, y localizadas, la mayoría de ellas, en Andalucía, Cataluña, Valencia, Murcia y Galicia, por este orden. (CITCO, 2023, p. 12-14). 

Mujeres y niñas también españolas, como acabamos de ver, que han sido engañadas, coaccionadas y multiagredidas, y que han sufrido una de las manifestaciones más graves de la violencia de género, por el hecho ser mujeres, y por encontrarse en una situación de extrema vulnerabilidad, que sin duda ha favorecido su captación, traslado y explotación.  

Estas 2.219 víctimas han podido ser identificadas por nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y, por lo tanto, han tenido acceso a una protección y a un acompañamiento integral que facilitará su proceso de apropiación de derechos vulnerados, pero hemos de tener en cuenta que la gran mayoría de ellas continúan siendo explotadas en clubs, pisos, carreteras y calles, completamente invisibilizadas, pero, paradójicamente, a la vista de toda la sociedad. 

Decir que la trata de seres humanos es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, por debajo del tráfico de armas o del tráfico de drogas, puede ayudarnos a comprender los intereses que la sustentan. Pero, si además tenemos en cuenta el hecho de que España no cuenta con una legislación específica, que los traficantes utilizan las vías del tráfico ilegal de inmigrantes y que el consumo de prostitución está en alza en nuestro país, entonces podemos decir que reunimos las condiciones ideales para continuar siendo un lugar de tránsito y destino para las organizaciones mafiosas. 

Otra realidad que hemos de conocer sobre la trata, es que resulta sumamente complejo que las mujeres denuncien su situación, por diferentes motivos. Por una parte, es necesario saber que la mayoría de ellas no se consideran víctimas, y que desconocen por completo sus derechos, especialmente si son originarias de países donde los derechos de las mujeres se vulneran de forma sistemática. Por otra parte, es importante entender que han sido adoctrinadas en la creencia de que, si denuncian su situación, no sólo serán deportadas por nuestras autoridades por no tener regularizada su situación, sino que sus familiares pagarán su traición con sus vidas. De hecho, esta amenaza suele ser la que las mantiene en esclavitud durante años, hasta que consiguen hacen frente a las deudas contraídas con las mafias, que oscilan entre los 3.000 y los 50.000 euros, según el país de donde provengan y la vía de acceso a nuestro país. 

Entonces, ¿podemos hacer algo para combatir la trata? La respuesta es siempre sí, aunque para ello es necesario, en primer lugar, disponer de una Ley contra la Trata y de los efectivos policiales necesarios. En segundo lugar, es imprescindible que podamos detectar a personas traficadas en los recursos de atención para personas que se encuentran en situación irregular y en contextos de prostitución. Y, además, toda la ciudadanía, y especialmente las instituciones y las entidades del tercer sector, deberíamos poder reconocerla y denunciarla. 

Efectivamente, se requiere un compromiso y participación ciudadana para la erradicación de la esclavitud del siglo XXI, y es por ello que invito a todas las personas interesadas en combatirla, a contactar con la Associació in via, donde podrán recibir formación y asesoramiento, y, en el caso de conocer a supervivientes que necesiten un apoyo integral, poder derivarlas para que puedan ser protegidas y acompañadas, desde un enfoque de Derechos Humanos y una perspectiva de género interseccional


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