Adaptamos nuestras acciones y espacios para poner la infancia en el centro

En la Associació in via siempre hemos tenido muy presente a la infancia que acompañamos en nuestra labor diaria, sus necesidades, su participación, su voz y cómo estar a su lado desde su posición, huyendo del adultocentrismo. Es por ello que en 2022 aprobamos nuestra política de protección a la infancia INTOCABLES, lo que favoreció que todas nuestras acciones estén aún más impregnadas de esta mirada hacia la infancia, incorporando la protección tanto en el discurso de la entidad como en cada una de nuestras acciones, e incluso en nuestros espacios físicos.

Por eso, por un lado, estamos trabajando para adaptar los documentos, la información escrita y otros materiales a un lenguaje adaptado a los niños y niñas, con imágenes y otros recursos que facilitan su comprensión y hacen que hablemos un lenguaje común. Algunos ejemplos son los cuestionarios de satisfacción para los niños y niñas, que pueden evaluar cada uno de los ítems con una imagen de un sol (muy bien, muy de acuerdo), de una nube (poco de acuerdo), o con una imagen de una tormenta (nada de acuerdo o no me gusta nada).

Asimismo, tanto en la sede de la calle Amistat como en la de Sagrera –así como en los diversos recursos residenciales de que dispone la entidad– estamos adaptando los espacios físicos para facilitar su integración y presencia en los espacios. Por ejemplo, en las recepciones hay sillas y mesas más pequeñas especiales para ellos y ellas (en los espacios especializados en la infancia, los adultos se sientan en almohadas en el suelo, por lo que quedan al mismo nivel que los niños), cuentos y juguetes, alzas en los lavabos; y otras como protecciones de seguridad: coberturas para los enchufes o protectores para los pomos de los cajones.

Desde los servicios en los que trabajamos más directamente con la infancia, como desde atención residencial o atención educativa y pedagógica, también estamos trabajando en respectivos planes de acción para poner la infancia en el centro y ampliar su derecho a la participación. Lo hacemos a través de espacios de reflexión, hablando de cuestiones importantes para ellos y ellas, y con espacios poco dirigidos que puedan potenciar que hablen desde su espontaneidad, así como dar a conocer sus derechos y hacerles saber que nos importa su voz, como cuestión básica para que puedan sentirse escuchados.

Así, más allá de adaptar los espacios físicos para que sean más acogedores y seguros para la infancia, desde los servicios que trabajan directamente con infancia se está incluyendo a las niñas y niños en la entrevista inicial (acogida, reunión con las familias), con la finalidad de que puedan entender de forma adaptada qué van a hacer con nosotras, el funcionamiento, la figura de las profesionales que van a intervenir, y que también puedan expresar sus dudas y inquietudes.

Desde el área residencial, donde los menores de edad llegan con sus madres, es especialmente importante que puedan participar del momento de la acogida y que las profesionales se posicionen de forma bastante cercana y entregada para que realmente se sientan acogidos y acogidas. Preparar la salida de los recursos residenciales con ellos y ellas puede aportarles un gran beneficio a nivel emocional, para poder entender la situación en la que se encuentran, así como trabajar durante el proceso que estarán en nuestros recursos temporalmente y que daremos respuesta a lo que puedan necesitar. Por eso, también desde los diferentes servicios, se están realizando definiciones a través de cuentos de qué es una psicóloga, qué es una educadora social y cuál es nuestra función respecto a ellos y ellas.

También nos hemos dado cuenta de que, a veces, en los espacios de seguimiento con los niños los temas tratados no encajan con lo que sería importante para ellos y ellas, como por ejemplo a qué les gusta jugar, qué echan de menos, o la relación con sus amigos y amigas, ya que éstos son dirigidos únicamente a las mujeres adultas. Esto hace que algunos temas queden en el aire y dificulta que los espacios y temas tratados queden recogidos para poder realizar un buen seguimiento. Por eso estamos dando más espacio a los niños y niñas para que puedan explicar en primera persona sus experiencias, vivencias y sensaciones, con el objetivo de que puedan recibir un mejor seguimiento y acompañamiento.

Con los niños y niñas de mayor edad, estamos trabajando en un plan de trabajo adaptado a sus necesidades y realidades, que les permite tener voz y conciencia de qué quieren y pueden trabajar durante su paso por la Associació in via. Al fin y al cabo, ellas y ellos también son supervivientes de situaciones de violencia o dificultades determinadas, y deben poder ser protagonistas de su historia, por lo que es necesario dar autonomía y relevancia a sus opiniones, necesidades y dar respuestas.

Otro aspecto que consideramos esencial son las actividades de ocio, un ocio saludable y dedicado a ellos y ellas. Por eso, desde los recursos residenciales realizamos actividades dirigidas a la infancia y que, al mismo tiempo, permitan reforzar el rol de la madre y el vínculo materno-filial. En esta línea también estamos trabajando para poner en marcha el Proyecto Respir, cuyo objetivo es la dinamización de actividades estructuradas con los niños y niñas que permitan a las madres oxigenarse de su rol materno. Son espacios pactados en los que las educadoras realizarían alguna actividad con los más pequeños mientras que las madres disfrutarían de un rato para ellas solas o en compañía, pero como mujeres, fomentando el autocuidado. Este espacio también serviría para que las niñas y niños puedan reforzar su vínculo con otras personas y contar con un espacio de calidad, haciendo “cosas de niños/as”.

Todas estas propuestas e iniciativas se traducen en grandes retos para este 2024, retos que tomamos con muchas ganas por convertir nuestros espacios en espacios más respetuosos y amistosos hacia la infancia. Con este mismo objetivo trabajan las delegadas de protección a la infancia, que son las encargadas de asesorar a nuestras profesionales cuando éstas detectan una situación de riesgo o cuando tienen dudas en la intervención con la infancia. De hecho, este año haremos la segunda formación global sobre la protección a la infancia de la entidad, que irá en torno a reflexionar sobre la mirada adultocentrista.


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