Todas las mujeres tenemos derechos laborales!

Desde hace 136 años, cada primero de mayo millones de personas en todo el mundo se manifiestan en defensa de los derechos de las trabajadoras: reducción de las jornadas laborales, aumento del salario mínimo, mejores condiciones laborales. Pero, en este 1 de mayo, desde Associació in via queremos reivindicar que las mujeres supervivientes y víctimas de violencias machistas no están pudiendo acceder a sus derechos laborales.

El acceso al mercado laboral es la puerta que permite a las mujeres víctimas y supervivientes de violencias machistas salir del círculo de violencia en que se encuentran, puesto que permite el acceso en la independencia económica y personal necesaria para romper el vínculo con su agresor y conseguir su plena recuperación. El trabajo aporta independencia económica, social, psíquica y emocional: permite salir del hogar, romper con el pasado, fomentar las relaciones personales y les proporciona autoestima y seguridad en ellas mismas y sus capacidades.

Aun así, durante el 2021, de las 114 mujeres supervivientes y víctimas de violencias machistas atendidas por el Servicio de Atención Integral a la Mujer de Associació in via, sólo 80 mujeres estaban en condiciones emocionales de acogerse a nuestro Servicio de Inserción y Formación, y de éstas, sólo 15 mujeres han conseguido encontrar trabajo. Esto se explica porque haber sufrido una situación de violencia ha hecho que muchas de estas mujeres lleven muchos años sin trabajar, les falte formación y experiencia, no puedan conciliar el trabajo con la vida familiar porque están a cargo de hijos e hijas, o no tengan documentación reglada que les permita trabajar. Pero lo tienen que hacer, está claro, para poder mantenerse y recuperar su independencia, y muchas acaban trabajando en trabajos feminizados, en condiciones precarias y de sobreexplotación. Y es que las mujeres, sólo por ser mujeres, hemos estado durante años relegadas a trabajos de curas y de limpieza, y por mucho que con los años hayamos ganado terreno, seguimos topando con un techo de vidrio, seguimos cobrando menos por hacer el mismo trabajo, y seguimos teniendo que hacer malabares para conciliar todas las obligaciones familiares que por ser mujeres recaen en nuestros hombros.

Es por eso que este primero de mayo queremos incidir en la necesidad de romper con la dominación de género que estructura la organización social y laboral y reivindicar que todas las mujeres tenemos derecho a trabajar, puesto que en la Associació in via nos encontramos con muchas chicas y jóvenes fuertes, con muchas ganas de aprender, trabajar y aprovechar las oportunidades laborales para recuperar su estabilidad vital, económica y personal. De hecho, nuestra experiencia acompañando a estas personas nos demuestra que las supervivientes de violencias, una vez superado el proceso de recuperación y encontrado un trabajo, son trabajadoras responsables, altamente motivadas, y con mucha implicación en su puesto de trabajo y con la empresa que las contrata. Es por eso que este 1 de mayo reivindicamos que todas las mujeres tienen que poder acceder a su derecho a trabajar.


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